Ingredientes frescos y llenos de sabor
Para este carpaccio de calabacín, necesitarás:
- 1 calabacín mediano (cortado en láminas finas)
- 50 g de queso parmesano (en virutas)
- 2 cucharadas de almendras tostadas (picadas)
- Zumo de ½ limón
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra y sal al gusto
Una receta raw, ligera y perfecta para quienes buscan platos frescos y nutritivos.
Preparación rápida y sencilla
Coloca las láminas de calabacín sobre una mesa acero inox, distribuyéndolas en un plato. Rocía con zumo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta. Espolvorea el parmesano y las almendras tostadas. Deja reposar 10 minutos para que los sabores se integren. Ideal para cocinas con mesa fregadero cerca, facilitando la limpieza rápida.
Origen y evolución del carpaccio
El carpaccio tradicional es de carne, pero esta versión vegetal nace de la tendencia healthy y las dietas crudiveganas. El calabacín, por su textura suave, absorbe bien los sabores, convirtiéndose en una alternativa refrescante. Perfecto para servir en restaurantes con cocinas bien equipadas, donde la presentación es clave.
Presentaciones creativas
Puedes añadir hojas de rúcula o aguacate para más color. También funciona como entrada fresca para dietas raw en cenas elegantes. Si lo sirves en un ambiente profesional, asegúrate de tener una mesa acero inoxidable amplia para preparar varios platos a la vez.
Beneficios y versatilidad
Esta receta es rica en vitaminas, antioxidantes y fibra. El limón y el aceite de oliva potencian sus nutrientes, mientras el parmesano aporta un toque umami. Ideal para verano, comidas ligeras o como entrada fresca para dietas raw.
